miércoles, 26 de noviembre de 2014

Capítulo Final

No podía respirar, tenía que salir ahora mismo de allí. Agarré mi corazón fuerte, necesitaba aire. Bajé rápido las escaleras mientras lloraba cada vez más fuerte. Pasé por la pista, intentando empujar a la gente para que se apartase. Necesitaba salir, tenía que salir. Me giré y vi a Luke bajando por las escaleras mientras abrochaba el cinturón de su pantalón. Me estaba siguiendo, lo esquivé entre un montón de gente. Salí rápidamente de la casa y corrí. No sabía hacia dónde, pero corrí lo más rápido que pude. Seguía llorando. Me adentré en la ciudad, ya era muy de noche y solo se escuchaban mis pasos rápidos por toda la calle. No quería saber dónde estaría Luke. Corrí hasta ver un puente. Sabía lo que tenía que hacer. ¿No había soñado muchas veces en morirme?
Y ahora me encuentro aquí, de pie en el muro del puente. Pensando en tirarme. Sin miedo. Lo he estropeado todo, soy una gilipollas. Tengo la culpa de lo que me ha pasado. Luke seguramente estará feliz al saber que me voy a morir en menos de 10 minutos. Estará feliz de que ahora ya no seré una carga para él, que ya puede estar con Rebeca. ¿Por qué ella es para Luke? ¿Qué tiene ella que no tenga yo? Nunca lo había dicho pero, Rebeca ha ganado el juego, ha ganado mi juego. Todo era perfecto hasta que llegué aquí. Sabía que cuando besase a Luke empezarían los problemas. Y Arthur, él nunca tendrá razón. Nunca la va a tener. Empiezo a llorar en silencio, mirando hacia el gran río, que parece un mar. Mis padres, oh, mis padres, ¿qué dirán en mi funeral? "Siempre ha sido una carga para la familia", "no ha sido mucha pérdida" o solamente "¿qué le vamos a hacer...?" Ellos nunca se han preocupado por mí, ni lo harán ahora. Y pensar que mi última conversación con Michael sería unas frías palabras. Soy la tonta del cuento, ¿por qué me tendría que meter en problemas? Nunca le he importado a nadie.
-¡Nunca seré importante para nadie! - chillo, llorando cada vez más. Tapo mi cara con mis manos. Aunque, ahora que lo pienso, solo Luke se había importado por mí. Necesito olvidarme de él. Tengo que pensar que estará bien con Rebeca a su lado y que yo pagaré mi merecido por arruinarme mi vida. - Todo lo he hecho mal, toda mi vida ha sido una farsa, yo ya no puedo más...-murmuro sollozando. Doy un paso hacia delante. Miro hacia el gran río. Cierro los ojos y miro hacia enfrente. Doy otro paso más hasta que caigo, espera, ¿qué está pasan...?
-¡Kiara! - chilla Luke, me coge de la mano rápidamente, tira de mi mientras estoy en el aire y me sube al muro del puente. - ¿¡Qué ibas a hacer?! - grita enfadado.
-Luke...-murmuro sorprendida, lleno de lágrimas mis ojos.
-¿Sabes el susto que me has dado? ¿¡Tú lo sabes?! ¡Kiara, no te puedo perder! - dice casi llorando.
-Yo...No podía más, yo...no podía...- digo llorando, él se acerca hacia mí y me abraza. Mientras empieza a llorar. Nunca lo había visto llorar. - ¿Por qué lo has hecho? ¿Por qué no me has dejado saltar?
-No quiero perderte...-susurra hacia mí oído. Se separa lentamente de mí. - He dejado a Rebeca, le he dejado las cosas claras, quiero estar contigo. No puedes faltar en mi vida, Kiara, joder...Te necesito. Perdona por todo lo que te he hecho, he sido un jodido capullo. - empieza a llorar más con la cabeza baja.
-Luke yo...- me quedo sin palabras, ¿lo dice enserio? ¿Está llorando por mí?
-Quiero empezar de nuevo, ¿vale? - asiento con la cabeza. - Quiero empezar otra vez.
-Lo haremos.- digo sonriendo y asintiendo con la cabeza.
-Hola, me llamo Luke. - me extiende la mano.
-Hola, yo me llamo Kiara. Y...creo...creo que te quiero.
-¿Sabes qué? - se acerca hacia mí.
-¿Qué?
-Yo también te quiero...te quiero mucho...- se acerca hacia mí y me besa apasionadamente.
EPÍLOGO: 
-Creo que al final Arthur tenía razón, él, desde su interior, sabía que nos íbamos a reconciliar. Nunca pensé que esto pasaría. Mi hermano no ha parado de pedirme perdón desde que llegué a casa, ha cortado con Irene por mí, y mis padres parece que me hacen caso y no me castigan. Son los mejores, la verdad. Tampoco pensé que todo esto se arreglaría. Cuando estaba en el puente, nunca pensaría que esto iba a pasar. Ni tampoco cuando me salvaste.
-Lo sé, pero sabía que dejar a Rebeca y estar contigo sería una buena elección. Espero que algún dia me puedas perdonar por hacerte tanto daño.
-Te he perdonado, y todo ese daño ha valido la pena. Aún no me lo puedo creer, soy la chica más feliz y afortunada del mundo.
-Bueno, buenorra tonta, si me disculpa tengo ahora mismo una pelea.- dice Luke apartándose de mi lado.
-Subnormal retrasado, ¿puedo ser su enfermera?
-Sería un gusto que fueses mi enfermera. - sonríe.
-Te espero al lado de tu moto.- sonrío y me giro, pero él me coge de la muñeca y me giro otra vez hacia él.
-Te quiero. - dice mirando mis labios. Yo me acerco hacia él y le respondo con un beso.
Y, ahora sí, soy feliz.

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Capítulo 55

Eran las ocho de la mañana. Luke me había preguntado si podía ir al entierro de Arthur conmigo. Le dije que no. No quería que me viese llorar. Los tíos de Arthur me iban a recoger a las ocho y media. Me preparé, una camiseta negra un poco escotada, unos vaqueros negros ajustados y unos tacones, (por si no lo adivináis, también negros). Aún eran las ocho y cuarto. Bajé para desayunar pero no tenía hambre. Mis padres estaban trabajando y mi hermano estaba en el sofá, jugando con su estúpido móvil y seguramente chateando con la puta de Irene:
-Lo siento.- dijo de repente, acercándose a la nevera y cogiendo una Fanta. <<¡Es mía, capullo!>> le iba a decir, pero sería mejor no empezar con peleas por la mañana.
-¿Por?
-Se notaba que querías a Arthur.
-Ah...ya...- nos quedamos callados, él se sentó en la encimera mientras yo miraba a mi desayuno, no tenía hambre.
-¿Vas hoy al entierro? - asentí con la cabeza. - Dale el pésame a sus tíos de mi parte.
-Lo haré. - tragué saliva.
-¿Llevas pañuelos? Yo creo que tengo. - ¿por qué se preocupaba tanto por mí?
-Ya he llorado demasiado estas últimas semanas, no creo que vaya a llorar mucho más. - digo fría.
-Si te encuentras mal llámame, ¿de acuerdo?
-¿Desde cuando estás tan preocupado por mí? ¿Solo porque se me murió un amigo? Pues debería matar cada día a uno para que me hagas caso...- antes de que él pudiese decir nada, cogí mi bolso negro y me fui de casa. Los tíos de Arthur ya estaban en el coche. Subí en el coche, en el asiento trasero.
-¿Drake? - pregunté impresionada.
-Hola...-dijo con los ojos rojos.
-¿Estás bien?  - él negó con la cabeza.
-Kiara, le hemos invitado al funeral también. ¿No te importa? - dijo la tía de Arthur.
-Por supuesto que no.
-¿Tú estás bien? - me preguntó Drake.
-Sí, tranquilo. - le acaricié cariñosamente la mejilla. Después me acerqué hacia él y le besé lentamente.
-Una pregunta Kiara, ¿no salías con un chico llamado Luke? Me lo había contado Arthur...-dijo el tío.
-Emmm, esto...- tragué saliva. Drake me cogió de la mano, estaba tan nerviosa.
-¡Tony, no pongas más nerviosa a la niña! ¡Si no quiere contestar, no contesta y punto! - dijo la tía de Arthur, por la pulsera que llevaba creo que se llamaba Nana. Menudo nombre, aunque yo tampoco podía decir que el mío era el más normal de todos.
-Estaba saliendo con él, pero creo que está con otra chica...entonces yo estoy con otro chico. - dije tímida.
-Así se habla querida, los cuernos no se perdonan, ¡se devuelven! - amén señora, amén :3 ¿Por qué las mujeres negras siempre tienen tanto swag? La tía de Arthur lo tenía, y, Dios, me encantaba. Sin embargo, el tío de Arthur era un blanquito paliducho, que no le importaba mucho lo que su mujer decía. No me extraña que Arthur fuese su sobrino, se parecían demasiado. Llegamos al cementerio, sus padres decidieron hacer el funeral al aire libre, aunque no creo que a mi fallecido amigo le entusiasmase mucho. Drake me cogió de la mano en todo el momento, estaba temblando, yo también. Me daba igual lo que decía el cura, yo miraba al suelo. Estaba muy nerviosa, no podía llorar, lo tenía que hacer por mí misma y por Arthur. Al acabar el funeral se me escapó una lágrima. Drake se acercó a mí, mientras andábamos hacia el coche.
-¿Desde cuando te caía bien? - pregunté.
-Siempre lo había odiado, pero...por una parte de mí me gustaba vacilarle. - me miró e intentó sonreír.
-Eso me parece muy...extraño y a la vez bonito...
-¿Luke no ha querido venir?
-Insistió mucho, pero le dije que no.
-Kiara, tenemos que hablar de lo nuestro, joder. Te tiro indirectas, te tiro cumplidos...¿qué más quieres que te tire? ¿Una mesa? ¿Tal vez una silla? -  reí un poco, él también. - Cuando nos besamos pienso que tienes novio y me hace sentir mal, ¿sabes? Necesito saberlo de una vez.
-Estoy muy liada, pero lo que sé es que cuando te beso me siento tan bien. - dije algo confundida.
-¿Y con Luke?
-Él también, pero...creo que está con Rebeca otra vez y no me lo quiere decir.
-Ya has oído a Nana, los cuernos no se perdonan, se devuelven.
-Si tuviese que devolverle a Luke todas las veces que se ha acostado con Rebeca cuando estaba conmigo, creo que tendría el SIDA. - él se empezó a reír. Yo rodeé los ojos y después me reí también. - Además, no puedo estar contigo, eres más feo que un frigorífico por detrás.
-Vamos bonita, los dos sabemos que eso no es verdad.- nos empezamos a reír.
-Tienes razón...
-Kiara, yo...te quiero. - sonreí.
-Yo...creo que también te quiero. - nos acercamos, podía sentir la respiración de Drake. Acerqué mi cabeza contra la suya y nos besamos. Puso sus manos en mis caderas mientras nos besábamos apasionadamente, yo acaricié su pelo.
-¡Kiara! - gritó Luke, con los ojos muy abiertos. Drake y yo nos separamos.
-Mierda santa...-murmuré. Tragué saliva. Luke negó con la cabeza, y se fue corriendo hacia su moto. Arrancó y se fue, muy furioso. - ¡Luke! ¡Te lo puedo explicar! - dije corriendo detrás de su moto, el motor me tapaba los ojos con el humo pero seguía corriendo, hasta que tropecé con una puñetera rama y caí al suelo desesperadamente. Drake corrió hacia mí mientras yo empezaba a llorar. Me levantó repentinamente, mis piernas fallaban cada vez que andaba. Cuando llegué a casa me fui a mi cuarto. Necesitaba hablar con Luke, no podía hacer que las cosas fueran otra vez mal, en ese mismo instante no. Arthur había dicho que las cosas saldrían bien pero yo no creía eses cuentos.
-Kiara, eres gilipollas...-murmuré dando patadas a los muebles, no me daban pena ninguna. - ¡Ya lo tengo! - dije en voz alta. Salí por la ventana, sin que mi hermano se diese cuenta y anduve hasta la casa de Luke, media hora andando la encontré. ¿Y ahora como haría? Él no me dejaría pasar, obviamente. Iba a hacer como él siempre había hecho conmigo, subir por la ventana. Mierda, era demasiada alta. Me daba igual. Había un árbol casi al lado de la ventana de su habitación, perfecto, eso me ayudaría a subir. Escalé como toda una profesional, esperaba que las ramas del árbol aguantasen todo mi peso. La ventana no estaba cerrada, mejor. No querría romperle el cristal para entrar. Entré sigilosamente, oí unos ruidos. Era Luke...pero no estaba solo. Bajé las escaleras, y...¡me cago en mi puta raza! ¡Estaba tirándose a Rebeca en la cocina! Solté un grito de dolor, intenté borrar esa espantosa imagen de mi cabeza.
-¿Has oído algo? - preguntó Rebeca, parando de gemir como una zorra. Esperaba que se quedase embarazada, lo digo enserio.
-No. ¿Por?
-He oído algo arriba. - mierda, la tonta tenía buen oído.
-No importa, sigamos con lo nuestro, buenorra tonta. - dijo pícaramente. Yo sentí furia, me puse furiosa. Le iba a matar, ¡y yo que había ido hasta allí para suplicarle clemencia! ¡Y vi que se estaba tirando a esa puta! Me controlé, subí para su cuarto, cerré la puerta sigilosamente y tapé mi cara con mis manos. Empecé a llorar en silencio. Entonces, escuché unos pasos por las escaleras.
-¿Seguimos en la cama, guapo? - dijo Rebeca.
-Sí, vas a disfrutar preciosa, créeme. - Mierda, mierda...¡MIERDA! ¿Y ahora qué coño hacía? Tendría que saltar por la ventana.
-Ay Dios mío, de esta no salgo...-murmuré moviéndome de un lado a otro. Hasta que decidí saltar la puta ventana. Menos mal que no me descubrieron.
-No, en la cama mejor no. En el baño. La cama ya la hemos usado muchas veces.- oí decir a Luke. ¿¡Qué?! ¿¡En serio?! ¡¡Me iba a dejar la puta vida en saltar la puta ventana para que ahora venga mi puto novio a decir que mejor en el puto baño, que en la puta cama ya la había usado mucho con la puta de Rebeca!! En ese momento quería gritar. Tenía que calmarme.
-Oh mierda, tengo que irme. Mi hermana va a dar luz, tendremos a nuestro sobrino dentro de poco, ya verás. - dijo Rebeca. No quería ser mala, pero esperaba que el puto sobrino de los cojones muriese en el parto. Vale, creo que me había pasado.
-Chao, buenorra tonta. - ¡que ese era mi apodo, hijo de puta! Rebeca se fue y la casa quedó tranquila. Esperé media hora, intentando canalizar mi ira. Timbré de repente, no iba a escalar por la ventana. Luke abrió la puerta, me vio y la cerró furioso. Retiro lo dicho, tendría que escalar por la ventana. Escalé hasta llegar a su habitación otra vez, bajé las escaleras y le vi dándole una patada a la mesa del salón, vaya, no era la única que hacia ese maltrato a los muebles.
-¿Qué haces aquí? ¡Fuera! - gritó Luke.
-¡Eh! Yo no he dicho eso nunca cuando entrabas sin permiso en mi habitación y seguía igual de enfadada.
-Vete con tu novio, creo que te necesita más...
-¡Vete tú con tu puta! - grité.
-No te atrevas a llamar así a Rebeca, por lo menos ella no me pone los cuernos como una que yo sé. - sentí como mil puñaladas en mi espalda, tenía razón.
-¡Tú también me has puesto los cuernos! ¡Y los cuernos no se perdonan, se devuelven! - Dios, esa frase tenía demasiada razón.
-¿Quién te ha enseñado eso? ¿Tu novio para que te acuestes con él?
-No me he acostado con él, solo le he besado. Que pena que tú no puedas decir eso.
-¡Eres una puta! ¡Solo te preocupas por ti misma!
-¿¡Solo por mí?! - este me estaba tomando el pelo, vamos...
-No querías que fuese al funeral de Arthur para que tú tuvieses el tiempo suficiente para morrearte con Drake. Sabía que estabas enamorada de él, ¡lo sabía!
-¡Y tú eres un egocéntrico! ¡Si me cuidases más no te engañaría! ¡Ahora casi nunca sé donde estás ni que haces! ¡Apenas me llamas!
-Estoy ocupado, ¿no lo entiendes? Aparte de que seas mi novia necesito hacer otras cosas.
-¿Como tirarte a una puta? - le miré desafiante.
-¡No es una puta! - se acercó a mí y me levantó la mano. Yo quedé paralizada.
-No vuelvas a levantar la mano jamás....-dije negando con la cabeza y dando unos pasos hacia atrás. Empecé a llorar.
-¡Vete ahora mismo con tu novio! ¡Seguramente te podrá dar más cariño que yo! ¡No me mereces! - tragué saliva. Se acercó a mí amenazante. - No te deseo mal, pero ojalá se te escape mi nombre cuando le hagas el amor. - susurró cortante.
-Y yo espero que ames mi amnesia cuando me olvide de ti...- él tragó saliva. Luke casi iba a llorar. Antes de que él pudiese decir algo yo me fui de su casa rápidamente. Vagué por la calle, llorando.
-Arthur no tiene razón...¡nunca la va a tener! - grité mientras corría hacia mi casa. Abrí la puerta, mierda, mi padre, mi madre y mi hermano estaban cenando. Me miraron con preocupación.
-¿Donde has estado? Nos tenías preocupados. - dijo mi padre furioso
-Estaba...dando un paseo. Quería relajarme.
-¿Relajarte? ¿En serio Kiara? ¡Podrían secuestrarte!
-¡Ya no soy tan pequeña, papá! ¿Cuándo lo comprenderás? ¡Necesito ser libre!
-Pues dentro de un año vas a ser libre, estás castigada doce meses por desobecernos, a mí, a tu hermano y a tu madre.
-¡WTF! ¡Estáis mal de la cabeza! ¡Cuándo acabe ese castigo lo haré otra vez! ¡Y lo volveré a hacer! - grité.
-¡A tu habitación! - gritó mi padre aún más fuerte que yo.
-¡Nunca!
-Vete a tu habitación.
-¡Que no, tío! - se acercó amenazante hacia mí. Me dio una bofetada. Mi madre estaba empezando a llorar.
-¡Vete ahora mismo! - di unos pasos hacia atrás y fui a mi habitación rápidamente. Me tumbé boca arriba en mi cama, cogí una almohada y me la puse en la cara.
-¡QUIERO MORIRME DE UNA VEZ! - chillé, empecé a llorar. A las doce y media aún seguía llorando. Cogí mi peluche roa y lo abracé mientras su suave algodón acariciaba lentamente mi cara. Cerré los ojos mientras sollozaba en silencio.
-Eh, pssss, ehhh...-oí unos susurros. Venían de la ventana. Sequé mis lágrimas. ¡Era Drake!
-Hoy hay una fiesta, ¿quieres venir?
-¿De quién es la fiesta?
-De mi prima, te va a caer genial.
-Estoy castigada.
-¿No puedes escapar?
-No creo que esté para fiestas, Drake.
-Vamos, hazlo por mí, tía. Que no quiero ir solo.
-Solo lo hago por ti...-rodeé los ojos, puse un vestido hasta las rodillas de color azul y unos tacones negros. También llevé una chaqueta negra, por si las moscas. Drake condujo con su coche hasta la fiesta. Dios mío, nunca había visto tanta gente en una mansión tan grande. Esa mansión la conocía, pero no sabía de qué. Vi a Tresh y a Patricia. Les abracé y les conté como iban las cosas con Luke y con mi vida. Se quedaron MUY impresionados. Creo que demasiado. Yo lo estaba pasando genial, se me había olvidado mi familia, Luke y Rebeca, mi amigo fallecido...Todo era genial. Drake se acercó a mi y me llevó al balcón.
-¿Te gusta la fiesta? - asentí.
-Bueno...quería hablarte sobre lo de Luke...He cortado con él, solo te quiero a ti. - él sonrió.
-¿En serio? ¡Yo también! - me cogió de las caderas y me elevó en el aire mientras él daba vueltas y yo me reía como una loca. - Te quiero Kiara. - susurró, después se acercó a mí y me besó.
-Yo te quiero aún más, Drake...- se acercó a mí y me besó otra vez apasionadamente.
-Quiero que sepas, que desde la primera vez que te vi, nunca pensé en otra chica. Solo pensaba en ti, en la chica más bonita de todas. - me sonrojé.
-No creo que esto sea verdad, ahora estaré tranquila y las cosas me van a salir genial.
-Olvídate del paleto de Luke, me tienes a mí.
-Me da igual que me rompas el corazón dentro de un mes, por que sé que siempre estarás enamorado de mí. - sonreí.
-Y...¿por qué tendría que romperte el corazón dentro de un mes?
-Porque tienes cáncer...¿no lo recuerdas?
-Ah...sí...es que estaba un poco distraído. - nos quedamos callados. - Bueno, me voy abajo. ¿Bailas conmigo en la pista, novia mía?
-Baila tú sólo, yo voy a sentarme en una silla mientras me río de tus pasos de baile. - nos reímos y bajamos. Me senté en un sofá. Un amigo de Drake se acercó a mí.
-Hey, ¿qué tal?
-Hola...-dije tímida.
-Mira que mal baila mi amigo, - dijo señalando a Drake. - espero que se muera pronto, porque...
-¡Eh! ¡Con eso no se juega! Sabes que puede morir en cualquier momento y por encima bromeas con eso.
-¿Drake te ha contado su truco?
-¿Qué...qué truco?
-Coge a la chica más tonta, la llama con cosas bonitas y le dice que tiene cáncer. Entonces la chica se enamora locamente de el hasta que se la folla y después corta con ella.
-¡¿Qué?! - me levanté, me acerqué hacia Drake en la pista y le di una bofetada.
-¿Qué demonios te pasa? - preguntó confundido.
-¿¡O sea que no tienes cáncer eh?! ¡Con eso no se juega, Drake!
-Te lo puedo explicar...
-¡No me expliques nada, gilipollas! - cogí un mojito y se lo tiré en toda la cara. Él bajó la cabeza.
-La he cagado.
-La has...cagado, exactamente. - dije asintiendo con la cabeza.- No quiero que te vuelvas a acercar a mí nunca, ¿me oyes? ¡NUNCA! - empecé a llorar, subí las escaleras. Abrí una puerta cualquiera, estaba Tresh ligando con una chica. Cerré rápidamente la puerta, llorando aún más. No me podía creer que Drake me hubiese engañado, si era un buen chico...Tenía punzadas en mi corazón. Abrí otra puerta cualquiera. Abrí la boca. Vi a Rebeca, besando el cuello de Luke, los dos en ropa interior.
-¡Kiara! - gritó Luke. Yo empecé a llorar más, Rebeca sonrío maliciosamente, negué con la cabeza.- ¡Kiara, necesito hablar contigo! - negué otra vez con la cabeza. Luke se quería levantar pero yo ya estaba fuera de la habitación, empecé a llorar más. En ese momento, recordé todas las miserias que estaban cayendo en pedazos sobre mi mundo. No podía respirar, lo intentaba pero...no podía respirar...
Tenía que salir de allí lo más pronto posible...

 -Chris-

sábado, 22 de noviembre de 2014

Capítulo 54

-¿¡Qué?!- grité, Luke me miró preocupado.
-Venga rápido, estamos al lado del gran bosque. Ya le he dicho que no aguantará mucho. - dijo el policía por mi móvil, en ese momento yo estaba sufriendo un shock. Colgué al instante.
-¡Luke, rápido, vístete! - exclamé preocupada.
-¿Qué pasa?
-¡Arthur ha tenido un accidente! - grité aún más alto. Empecé a llorar. Me levanté rápidamente y me vestí mientras analizaba toda la situación. Cuando Hemmings y yo estuvimos listos, bajamos al garaje. - Coge el coche de mi padre, no se enterará.
-¿Pero...?
-¡Ahora Luke! ¡No saben si Arthur podrá aguantar más! - grité llorando. Entramos en el coche, mordía mis uñas nerviosas. No podía parar de llorar. Tenía un punto en mi corazón que casi iba a estallar.
-¿Donde están?
-Al lado del gran bosque. - arrancó rápidamente hacia allí. - Al lado del bosque donde pasaba las tardes, y no se sentía tan solo...-susurré llorando mirando hacia la ventana.
-¿Qué has dicho?
-Que vayas más rápido, pásate algunos semáforos en rojo. - dije intentando parecer fuerte, pero ni él ni yo sabíamos que yo era fuerte. Cuando llegamos, salí rápidamente hacia allí. Ya se hacía de noche y el sol se escondía entre las montañas. Había muchas luces de coches de policía que me dañaban los ojos, mi mundo me rodeaba de una manera que me hacía marear hasta derrumbarme y volverme loca por completo.
-¿Dónde está? - le pregunté de repente a un policía, intentando no llorar.
-¿Eres un familiar del joven que ha sufrido un accidente?
-No.
-Lo siento, pero no puede pasar.
-Tengo que verlo ahora.
-Lo siento, pero no puede. - Luke se acercó hacia mí y el policía.
-¡Tengo que verlo, dejadme!- chillé llorando.
-No puede, son las normas.
-¡Que me deje pasar ya! - grité aún más, intenté acercarme al policía para amenazarle y levantar mi mano pero Luke me cogió detrás mía y me rodeó con sus brazos, agarrando mis manos para que no pudiese moverme. - ¡Suéltame! ¡Quiero verlo ahora! ¡Ya! - grité llorando aún más fuerte.
-Te ha dicho que no puedes Kiara, ¿no lo entiendes? - dijo furioso Luke.
-¡Necesito verlo! ¡No puedo! ¡No puedo dejarlo así! - chillé muy fuerte. - Por favor, ¡dejadme! - vi a los tíos de Arthur que estaban llorando al lado de un coche policía, me vieron gritar y llorar. Entonces hablaron un minuto con un policía y me señalaron. El policía se acercó a mí:
-Los tíos del muchacho le dejan hablar con él, puede ir.- Luke soltó mis manos. Yo fui corriendo hasta Arthur, perdiendo de vista a Hemmings. Me acerqué hacia él, mierda, estaba sangrando por todo.
-Kiara. - dijo con voz ronca.
-¡Arthur!- chillé. Me puse de rodillas y apoyé su cabeza en mis rodillas. Había algunas luces de coches de policía que me molestaban en los ojos pero en ese momento no me importaba. Los enfermeros de urgencias y policías nos miraban obsoletos. - ¿Qué ha pasado? - empecé a llorar.
-Un camión me ha...atropellado Kiara.- dijo casi sin aliento.
-Dios, no me lo puedo creer. Todo se solucionará, tranquilo.- dije para tranquilizarlo.
-No, esto no se solucionará. Sabes lo que va a pasar. - tosió un poco y yo le acaricié su mejilla, aún manchada con sangre.
-No quiero pensar en eso ahora. - le miré a los ojos. - Y yo te he tratado tan mal...tú lo único que querías era impresionarme para salir conmigo...He sido una gilipollas y ahora mira cómo estás.- dije llorando.
-Shh, no importa. No importa lo que me hayas dicho antes, ¿de acuerdo?
-Eso importa Arthur, es que yo...
-¿De acuerdo? - repitió otra vez, yo asentí con la cabeza. - Dile a mis tíos que les quiero, ¿vale?
-No, ahora no Arthur, por favor. - dije casi susurrando.
-Kiara...
-¿Sí?
-¿Puedes hacerme dos favores? - asentí con la cabeza.- ¿Puedes besarme?
-Por supuesto. - me acerqué hacia él lentamente, intentando no derrumbarme por completo, y le besé, sin importar los policías, las manchas de sangre, el camión volcado, los chicos de urgencias...
-Desde que te conocí siempre quise saber el sabor de tus labios, y ahora lo sé. - sonreí y él me secó una lágrima.
-¿Siempre has sido tan mono? - nos reímos.
-Desde el día que nací. - se mordió su labio inferior. - Y...mi segundo favor es que...Kiara, sé feliz, ¿de acuerdo? Sé que con Luke te van mal las cosas, pero todo se arreglará.
-No creo que se arregle Arthur, lo sé.
-Hazme caso Kiara, las cosas se arreglarán y pensarás en mí, pensarás: Arthur tenía razón, todo se iba a solucionar. ¿De acuerdo? -asentí con la cabeza. Le cogí fuerte de la mano. - Bueno, creo que me tengo que ir.
-Aún no. - dije empezando a llorar más.
-No pienses que muero triste, ¿vale? Soy muy feliz, - me sonrió. - soy el chico más afortunado del mundo por tanta gente que se preocupa por mí, tú eres una de esa gente. Gracias por estar ahí siempre. Adiós Kiara... - sonrió, cerró sus ojos y dejé de notar su pulso en mi mano.
-¡ARTHUR! - chillé desesperada, aunque sabía que no iba a volver.
-¡Apártese! - gritaron los de urgencias, me aparté hacia un lado. Cogieron muchísimas cosas para reanimar a Arthur, pero no lo conseguían. Hasta que en un momento, todos pararon. Las luces, los ruidos, la gente...
-Lo siento mucho. - dijo un chico de urgencias. - Mi más sincero pésame.
-¿¡Qué?! ¡No! ¡No puede ser cierto! ¡NO! - chillé llorando aún más. El chico se fue intentando no llorar por mis gritos. Me arrodillé en el suelo con la cabeza baja, tapé mi cara con mis manos y empecé a llorar. Luke se arrodilló detrás mía y me abrazó, apoyando su cabeza en mi espalda. Yo chillé.

-¡QUIERO MORIRME! - chillé mientras Luke me abrazaba aún más fuerte. Quería que todo acabase. Los tíos de Arthur lloraban mientras me miraban, llorando por el único amigo, por el único que me había ayudado cuando estaba hecha una mierda, el único que era licenciado en dolor, el único que me hacía reír...
-Chris-

Capítulo 53

Al llegar a casa encontré a mi madre, discutiendo con mi padre, y mi padre, discutiendo con mi hermano...
-¡George, no le hables así a nuestro hijo! - dijo mi madre enfadada.
-Pero papá, ¿por qué no puedo quedar hoy con Irene? ¿Qué te pasa, tío?
-Su familia no me cae nada bien, Michael, será mejor que no te acerques a esa arpía.
-¿Ah no? ¿Y por qué Kiara puede estar con Luke? Vamos papá, todos sabemos que eso no va a acabar bien. - Michael se giró y me vio a mí en la puerta de la casa, casi llorando.
-Un día que no haces novillos, qué alegría. - dijo mi padre, rodeando los ojos.
-¿Por qué te has peleado con mi novia, eh?- se acercó amenazante hacia mí, con lo grande que era, me daba miedo.
-Michael, deja a tu hermana en paz ya.- dijo mi madre, por lo menos una que me defiende. - Tiene que ir a hacer los deberes, y después estudiar, que se está convirtiendo en una vaga. - retiro lo dicho.
-No contestas a mi pregunta, a ver, ¿por qué? - preguntó mi hermano mucho más amenazante.
-Esto...estás cambiando Michael, y...es culpa de ella. - era la primera vez que tenía miedo de mi hermano.
-¿Por eso le has pegado, eh? ¡¿Por eso?! - gritó, levantó su mano y antes de que me pudiese pegar yo corrí hacia mi habitación como si me fuese la vida en ello. Nunca había recorrido ese gran largo camino hasta mi habitación tan rápido. Michael me perseguía pero tropezó en el cuarto escalón y le gané ventaja. Me encerré en mi habitación. Sentada en el suelo con la espalda apoyada en la pared, tapé mi cara con mis manos y empecé a llorar.
-Todo esto es una mierda...-murmuré, secándome mis lágrimas.- Ojalá nada de esto hubiese pasado...
Eran las cinco, estaba con el portátil, aburrida. Mis cambios de humor eran radicales en todo momento. Mi madre entró en mi habitación rápidamente:
-¿Otra vez en Internet? ¿En serio? - (VOTA si a ti te pasa eso, a mí sí...) Rodeé los ojos indiferente. - Venga, baja a merendar. Tu hermano se ha ido con su novia y no está.
-¿Piensas que me estoy escondiendo de él?
-Pues...
-Estás equivocada. - interrumpí cortante. Ella se quedó en silencio y se fue de mi habitación. Eran las seis y media, ¿cuándo llegaría Luke? Tantas ganas de verme para nada...¿Podría estar haciéndole una pequeña visita a Rebeca?
-¡Hey! - dijo Hemmings, entrando por mi ventana. Tropezó con una libreta que yo tenía tirada y cayó en el suelo repentinamente. Me reí con maldad pero después me acordé que tenía que estar amargada, para eso era la señorita amargada, ¿no?
-¿Y tu moto?
-Hombre, no querrás que la lleve hasta tu habitación, ¿verdad? - dijo mientras se levantaba, rodeé los ojos.
-Qué chiste tan malo...
-Mi moto ha sufrido un problemilla y me ha llevado hasta aquí Rebeca.- la sangre se me puso de repente fría, como si mi corazón parase de latir. -¿No me das un besito? - puso morritos y cerró los ojos. Yo lo pensé diez segundos, sabía perfectamente que había hecho cosas sucias con Rebeca. Pero su amor era mi droga, y la necesitaba de verdad. Lo pensé mucho, hasta que me levanté. Cogí sus mejillas y las apreté un poco, acerqué sus labios hacia los míos. Él no pudo aguantar, cogió mi cintura y la acercó hacia su cintura. Me besó de repente, dios, no recordaba que el sabor de sus labios fuesen tan dulces. Estaba tan acostumbrada a los labios de Drake que no me había dado cuenta que Hemmings también sabía besar muy bien.
-¿Me quieres? - pregunté de repente, él se quedó confundido. Me miró extraño.
-¿Perdo...?
-¿Me quieres? - repetí otra vez la pregunta.
-¿Por qué me preguntas eso? - aún tenía sus manos en mi cintura, en esa parte de mi cuerpo estaba empezando a sentir mariposas.
-¿Por qué no respondes a mi pregunta? - le miré desafiante a sus ojos. - Luke, no lo intentes esconder, lo sé todo. Tu hermano me contó sobre lo de Emily...- él abrió la boca sorprendido.
-¿Cómo...? -  negó con la cabeza y se apartó de mí. - ¿Por qué lo has hecho?
-Tenía...tenía que saberlo, tú no me lo ibas a decir. Además, tienes que olvidarte de esa cosa, ¿no vas a estar mil años pensando en esa mierda y jodiéndote a ti mismo con eso siempre? - él se quedó callado. - Olvídate de Emily, olvídate de eso...Solo quiero estar contigo, ¿confías en mí? - él sonrió y asintió con la cabeza. - ¿Me...me quieres? - se acercó a mí y me besó. Muy apasionadamente. Pero yo lo único que quería era un simple "te quiero" para que las cosas quedasen tranquilas, pero yo sabía que las cosas no se iban a calmar...aún no. Luke me empezó a subir mi camiseta, yo me reí. Quité rápidamente mi camiseta y la suya.
-Como se den cuenta tus padres de esto, nos matan...- susurró en mi oído, unas mariposas brotaron en mi barriga.
-¿Por qué no arriesgarnos? - susurré, él sonrió pícaramente. Mientras nos besamos él desató los botones de mi pantalón, quedé en ropa interior. Ahora le tocaba a él. Quité lentamente su pantalón mientras él me daba besos en el cuello. Me tumbé en la cama y él se puso encima mía. Me reí como una loca. Mejor reír que estar amargada, ¿no? Él me besó aún más. No sé qué es lo que me estaba pasando en ese momento pero quería descontrolarme con Luke. Olvidar toda la mierda y divertirme de una manera especial con él. Aunque algo sabía que no iba bien en ese preciso momento...Empecé a bajar sus bóxers.
-Espera, - dijo él parándome. Cogió su pantalón que estaba en el suelo, al lado de mi cama, y cogió un condón. - no pienses que soy un cerdo, eh...- guiñó un ojo y yo reí. - ¿Estás preparada? - susurró en mi oído.
-Sí...- susurré cerrando los ojos y dejándome llevar. Después de media hora pasándolo en grande con él, Luke se tumbó a mi lado y yo me puse encima suya. Le daba besos en el cuello mientras él apartaba los pelos de mi cabeza que tenía en la cara. Seguí dándole besos en el cuello. Aunque sabía que algo iba a ir mal...y no fallaba. Mi móvil sonó de repente en la mesa que tenía al lado de mi cama. Intenté cogerlo pero Luke me empezó a besar.
-Para tonto, que lo quiero coger.- dije riéndome. Cogí el móvil. - ¿Si?
-Hola, perdone, ¿usted es Kiara Clifford?
-Sí, ¿qué pasa?
-Arthur Collins ha tenido un accidente. Está en un estado muy grave. Todo el equipo está en el lugar del accidente, no creemos que vaya a aguantar más.

Entonces, ahí, mi mundo se vino abajo.
-Chris-

Capítulo 51

A la hora de quedada con Drake le esperé en la entrada del cine. Vi a Tresh y le saludé amablamente, él hizo lo mismo. Se me hizo la idea de que ya hacóa tiempo que no veía Inna, ¿Luke le diría algo para que me dejase en paz? Si fuese así le estaría agradecida el resto de mi vida por ahuyentar a esa zorra. De repente unos brazos me rodearon por detrás de mí.
-Hola bonita, ¿preparada para la película?
-Sí, y si notas que estoy pálida en la sala del cine es porque tengo ganas de vomitar.
-¿No has sido de esas parejitas que se dan mimitos, no? - negué con la cabeza.
-Ni lo quiero ser, - ¿Ah no? ¿Y por qué le dijiste "te quiero" a Luke, eh? ¿Por gusto? No, eso es de parejitas mimosas. - solo con pensarlo me da asco... - no te hagas la dura Kiara.
-No digas mentiras, seguramente en alguna parte de tu interior te gustaría que Luke te diese algunos mimitos, ¿o no? - me quedé quieta, tragué saliva. No quería hablar ni de mimitos y menos de mi novio. Bueno, no sabía si aún existía, ya que no daba señales de vida.
-Vamos a ver la película, anda.- dije cambiando de tema y entrando en el cine. Aunque ni Drake ni yo estuvimos muy atentos a la película, nos empezamos a besar. No sé por qué pero él me atraía de una manera extraña. Cada vez que él me quería besar una parte de mí decía que sí, la otra que no, y la tercera parte se juntaba con la primera y ganaban a la segunda...
Eran las ocho y media, estuvimos mucho tiempo en el centro comercial comiendo golosinas y riéndonos. Me despedí con un beso corto, ya que no podía pensar otra vez en Luke, Dios, me iba a explotar la cabeza. Al llegar a casa me encerré en mi habitación escuchando música.
-¡Eh! Déjame el portátil, ¿quieres? - dijo mi hermano entrando bruscamente en mi habitación.
-¿Perdona?
-Ya lo has oído, venga, vamos, no tengo todo el día.
-¡A mí no me hables así! - él rodeó los ojos. - Además, ¿para qué lo quieres?
-Irene y yo vamos a hablar por Skype.
-Pero si os habéis visto esta mañana, que no parabais de morrearos en la puerta del instituto. Pensaba que te iba a comer la boca.
-Eso no es problema tuyo. A ver, ¿me lo das?
-No.
-Vale. - se acercó al escritorio y cogió el portátil. Yo me levanté enfadada, se lo arranqué de sus manos y lo puse en su sitio.
-¿No sabes qué significa que no?
-Déjamelo ahora mismo Kiara.
-¡Que no, tío! -él intentó cogerlo pero yo me puse enfrente de él y le pegué codazos. Él me agarró fuerte de mis dos manos para que quedase quieta. - ¡SUÉLTAME! - me soltó y caí al suelo. Me quedé paralizada. Tragué saliva, no podía creerlo. Él me miró furioso. - Michael estás diferente, ¿qué te pasa? Desde que estás con Irene has cambiado. - me levanté malamente, pero él me tiró al suelo otra vez y mi cara comió el suelo.
Literalmente.
Sin exageraciones.
-¡Tú nunca has querido que yo esté con Irene!
-¡Pues no, porque estás cambiando, Mickie! ¡Tú ya no eres mi hermano! ¡Tú ya no eres nada!
-Cállate la boca, ¡zorra! Estás celosa de que Irene y yo seamos una pareja feliz, no como tu novio y tú. ¡No quieres que esté con Irene! ¡Y yo la quiero! ¡Eres una puta! - gritó.
chillé a todo pulmón mientras lloraba. - ¡Te odio! ¡Tú ya no eres mi hermano! ¡No eres nada para mí! ¡Coge tu puto trasto de mierda y habla con esa zorra! - grité aún más fuerte, mis venas se iban a salir, casi me quedé sin voz. Me giré hacia la ventana, la abrí y salté. No sé qué cara pondría Michael, no sé como reaccionaría. Pero yo lo único que quería hacer era salir de allí. Y arreglar cuentas pendientes. Arreglar cuentas pendientes con una persona que había cambiado a mi hermano. Irene.
Eran las once y media, estaba lloviendo, mis lágrimas ya me las había secado. Toqué el timbre en la puerta de Irene.
-¿Sí? - vaya, no sabía que vivía sola. Perfecto para matarla y descuartizarla, pero mi lado psicópata no iba a salir hasta los 20 años.
-¿Qué le has hecho a mi hermano? - dije seria, mierda, como empezase a llorar era lo que faltaba.
-¿Perdona?
-¿Qué le has hecho a mi hermano? Está cambiando, ¡está cambiando por tu culpa!
-Por lo menos está mejor conmigo que discutiendo contigo. Vamos Kiara, eres un caso perdido. Tu hermano siempre lo está diciendo, le das pena y mucho asco. - ¿¡Hola?! ¡¿Irene?! A no, solo es un putón que me está tomando el pelo.
-¿¡Cómo te atreves a hablar con esa soltura?!
-Mickie es mío, no serás siempre su favorita, ¿no?
-¡¿Mickie?! ¿¡Le has puesto nombre de perro?! ¡YO solo le puedo llamar así!
-¡Te he destronado, querida! Él es mío, y no está cambiando. Ahora ha madurado, ¡y no lo vas a cambiar!
-¡Mi hermano no puede madurar! ¡Y como le toques un pelo...!
-¿Qué? ¿Qué me harás? ¿No tienes demasiados líos con tu novio? Se dice que está con Rebeca otra vez...
-Mientes.- dije casi llorando.
-No miento, lo dicen por todo el instituto. Luke y Rebeca fueron vistos hoy conduciendo hasta la casa de ella...
-¡No me cambies de tema! ¡Yo he venido a por mi hermano!
-Pues suerte preciosa, porque él es mío. Tú solo eres su hermana, ¿cuándo lo vas a entender? Él está enamorado de mí.
-¡Él no está enamorado! ¡Él está siendo utilizado por ti! - la cogí de los pelos y la tiré al suelo, ella me dio patadas y codazos en mi cara. Hasta que me di cuenta de que Irene no vivía sola...
-¿Qué hace esa loca? - gritó la madre de Irene. Me soltó y levantó a su hija. Ella estaba con moratones en la cara, joder, estaba horrenda.
-La próxima vez que hables de mis problemas con Luke, te haré cosas peores que esta. Y como utilices a mi hermano, no llegarás a noviembre. ¿ENTIENDES O NO? - ella asintió con la cabeza asustada.
-¡Thomas saca afuera de casa a esta loca! - gritó la tonta de la madre.
-Tranquila señora, sé dónde está la salida.- intenté sonreír, pero no pude. Salí de esa casa y me adentré otra vez en la calle. A ver si Irene se daba cuenta de que conmigo, no se jugaba. No podía parar de pensar lo que me había dicho Irene, ¿enserio Luke había estado con Rebeca? No podía...no podía imaginármelo, era imposible. Aunque no del todo...
A la mañana siguiente me desperté cansada y destrozada por lo que me había dicho Irene sobre lo de Luke y Rebeca. (ALTO, ALTO Y ALTO. Podríamos hacer un bromance XD Sería Lebeca o Ruke JAJAJAJAJA #StopLebeca) (Perdonad por cortaros el ambiente, tenía que ponerlo o explotar xd)
Puse unos tacones negros, un pantalón vaquero ajustado y una blusa de lunares blancos con un fondo azul celeste. Puse mis gafas de sol. Mientras desayunaba no miré ni un solo momento a la cara de mi hermano, no podía. Seguramente al llegar a casa me iba a botar la bronca, que si había gritado a su novia, si le había pegado, si me había comportado como una niñata...Bueno, estaba preparada para lo que me viniese encima. Entré en casa, no había rastro de Michael, seguramente estaría besuqueándose con esa tonta. Aún no me podía creer que me hubiese hablado de esa manera. Parecía una persona amable pero si en el medio estaba un chico Irene haría cualquier cosa para conseguirlo y apartarme de él. Me tumbé en la cama y soñé que aún seguía en Estados Unidos, con mi moto, mis padres casados y felices, mi hermano menos gilipollas...
Mi madre me despertó a las seis y media.
-¿Que quieres? - pregunté molesta.
-Un amigo quiere verte, ha traído flores. - me levanté de repente y ni madre se fue de mi cuarto. Dios, Drake me había comprado flores, ¡qué mono!
-Drake no hacia fal...- oh, no, no era Drake.
-Hola, te...te he comprado flores...- me dio esas rosas y yo las tiré al suelo con un gesto frío.
-¿A que vienes, Arthur? - crucé los brazos.
-Kiara, lo siento. Sé que tienes novio, pero estoy enamorado de ti.
-¿Ah sí? ¿Por eso fue que casi arruinaste mi vida?
-Yo no quería...
-Y piensas que con unas miseras flores te perdonaré. - interrumpí cortante.
-No sé qué ofrecerte, haría cualquier cosa para que me perdonases. He sido un cerdo, pero necesitaba estar contigo. No...no me pude controlar...
-¿Que no te pudiste controlar?!Me quería morir en ese momento, Arthur! ¡Y vienes aquí como si nada para darme unas flores de pacotilla! ¡Me da igual que esteas enamorado de mi! ¡Y ahora fuera de mi puta habitación! ¡No te necesito! ¡Vete a engañar a otra tonta! ¡No eres nada para mí!- mierda, me había pasado, pero no iba a disculparme en ese momento, quedaría fatal. Me iba a arrepentir, y lo sabía.
-Te amo. - murmuró, bajó la cabeza y se fue. Creo que empezó a llorar cuando salio de la puerta de mi habitación. Yo tapé mi cara con mis manos y me tumbé boca arriba en mi cama.
-Hola preciosa. - hostia, ¿desde cuándo me hablaba este?
-¿Que quieres, Luke? - pregunté molesta. Drake no había podido acompañarme al instituto. Tenía otras pruebas en el hospital.
-Deberíamos quedar, hace tiempo que no lo hacemos. - pues tú habías quedado con Rebeca, bonito.
-Pues es tu día de suerte, hoy no estoy ocupada. - no estaba ocupada porque Drake iba a pasar la tarde en la casa de sus abuelos, que si no te mandaba a freír espárragos...
-Perfecto. Ya sabes, cuando oigas la moto rugir...
-Miraré hacia la ventana y allí estarás tú... - rodeé los ojos.
-¿Te pasa algo? Pareces amargada. - estaba amargada.
Muy amargada.
Demasiado amargada.
Llámame Señorita Amargada.
-A mí no me pasa nada.- ¿y a ti? ¿Qué tal te lo pasaste con Rebeca? Irene me ha dicho que te había visto con Rebeca.
-Esa miente más que habla.
-¿Ah sí?
-Bueno, la verdad que estuve con ella, pero solo charlamos.
-Ya...claro...- rodeé otra vez los ojos y fui a clases sin despedirme de Luke.
 -Chris-

Capítulo 50

Me senté en la cama, cogí mi móvil y llamé a Patricia. Ella conocía bien a Luke, me contaría información sobre su pasado:
-¿Sí?
-Hola, soy Kiara.
-Ah, hola. Cuánto tiempo, ¿no?
-Sí, esto...- rasqué mi cabeza. - ¿Tienes el número de algún familiar de Luke?
-Tengo el de su hermano Ben, ¿por?
-Para conocer a su familia...- ya empezábamos con las mentiras piadosas, ¿eh?
-Vale. Te pasaré por Facebook su número.
-Gracias. - suspiré aliviada. Colgué y al instante apareció en la pantalla de mi móvil el número de su hermano. Llamé sin pensarlo dos veces:
-¿Quién es?
-Soy Kiara. La novia de Luke, de tu hermano. Necesito hablar contigo mañana...
-¿Tiene que ser...?
-Mañana. - repetí.
-Bueno, vale.¿Se puede saber por qué?
-Tranquilo, lo sabrás. ¿Sabes dónde vive tu hermano?
-Sí, al lado del puerto.
-Pues nos vemos mañana en el puerto.
-Pero...
-Con Dios. - interrumpí. Colgué rápidamente. Tenia que quedar con él sí o sí. No había ni un "pero". Michael entró en mi cuarto preocupado.
-¿Sabes donde está mi móvil? - negué con la cabeza. - Mierda...
-Tú nunca usas tu móvil. Es muy extraño.
-No digas estupideces.
-¿Se puede saber para que lo necesitas?
-Irene me va a llamar. Necesito encontrar el puñetero móvil YA.
-Relaja los humos, hermano...Estás exagerando.
-¿Yo? - se señaló ofendido.
-Sí, tú...- él rodeó los ojos y se fue de mi cuarto. Cuando no estaba con Irene era menos gilipollas. ¿Ella le había cambiado? ¿Había cambiado a mi hermano? Me preocupaba bastante la verdad, y eso que yo NUNCA me preocupaba por él. A la mañana siguiente puse unos pantalones cortos, una camiseta negra con escote y unos tacones negros. Drake me acompañó al instituto. No vi a Luke, ¿estaría molesto por lo que le dije? ¿Triste? A las cuatro fui al puerto. Mordí mi labio inferior. Nerviosa. Un chico se acercó a mí:
-¿Eres Kiara? - asentí con la cabeza.
-Soy Ben, encantado. ¿Ya te puedo ir llamando cuñada?
-Ni se te ocurra.- dije fría.
-Ah...bueno. ¿Que querías?
-Mejor te lo explico todo, ¿vale? - después de explicarle todo él asintió con la cabeza. Parecía preocupado y distante. Su hermano y él parecían polos opuestos, como yo y Michael.
-Te lo contaré, pero no se lo digas a nadie.
-De acuerdo.
-Mira, hace...- se rascó la cabeza. - hace tres años Luke era un chico simpático y legal, conoció a una chica preciosa que se llamaba Emily. Estaban muy enamorados, y se notaba demasiado. Pasaron dos años desde que estaban muy enamorados, las cosas iban genial para todos...hasta que...-se rascó otra vez la cabeza.
-¿Es que tienes piojos o qué? ¡Sigue!
-Hasta que Emily se empezó a hacer amiga de un chico, cada vez más amiga...Ya no le hacía caso a Luke como antes. Cuando quería estar con ella, Emily solo inventaba escusas para ir con ese chico. Él estaba muy celoso, pero no se lo quería decir a Emily, no podía, simplemente no podía. Cuando Luke se enteró que esa puta se acostó con su amiguito, se puso furioso. Le controlé, Emily cortó con Luke por el otro chico, creo que se llamaba Lenny... Entonces pasaron unas semanas hasta que Hemmings se enteró que Emily fue violada por Lenny y unos amigos suyos. Se puso tan furioso que quería matarlos a todos.
-Esto vale para hacer una novela. - dije abriendo los ojos como platos.
-Lo sé... Luke casi los iba a matar, pero yo le controlé otra vez. Hemmings no podía mirar a Emily, se le caía la cara de vergüenza al ver a esa zorra. Emily empezó a tomar fármacos, tenía un trauma muy grave, empezó a beber, a tomar droga...hasta que un día se suicidó. El corazón de mi hermano se rompió en pedazos y se convirtió en otra persona, se mudó hacia otra ciudad y empezó su vida de "chico malo". Por eso no confía en nada y un "te quiero" no existe en su diccionario. - mierda, estaba llorando. Su historia era tan...no sé, era demasiado fuerte.
-Joder...- sequé mis lágrimas.
-¿Estás llorando?
-No, solo me sale auga por los ojos. Nada más.- dije mirando hacia otro lado. Tragué saliva.
-Bueno, pero ahora todo está bien para él. - si tú supieras cariño...
-Sí, todo está marchando genial...- Dios, nada estaba yendo bien. Por dentro lo sabía, tenía un gran marrón encima.
-Bueno, ya te lo he contado todo.
-Gracias por venir. Me has ayudado de mucho.
-Tengo que irme, cuida de mi hermano, ¿de acuerdo? - asentí con la cabeza. Le di un abrazo y se fue. Me quedé paralizada, no sabía que le había pasado eso a Luke. Pensaba que era un chico sencillo al que nunca le había sucedido esos problemas. Volví a casa pensando en todo lo que me había contado Ben. Entré en mi habitación, vi a Drake sentado en mi cama.
-¿Qué haces aquí?
-Bonita, quería pasar tiempo contigo.
-No hacía falta, mañana quería quedar contigo para ir al cine.
-¿Estás diciendo que vamos a tener una cita? - mierda, había pillado la indirecta. Pero no podía parar de pensar en Luke, joder...
-Bueno, no sé si la palabra perfecta sería...
-Me apunto. - interrumpió. Yo asentí con la cabeza. - Y...¿qué peli vamos a ver?
-La que tú quieras.- me tumbé en la cama, él hizo lo mismo, estaba a mi lado y me miró fijamente.
-No sé, ¿una de zombis? - sonrió maliciosamente.
-Desde que vi cómo mi hermano jugaba Outlast en su ordenador no quiero volver a ver ninguna cosa que tenga que ver con mounstruos, zombis, sangre, seres extraños, más sangre y...otra vez sangre.- rió.
-Vale, entonces podríamos ver una de amor.- prefería la de zombis.
-Como quieras.
-Pues una de amor, pero no te me lances rápido, ¿vale? Quiero ver la película antes de enrollarnos.
-¡Eres un cerdo! - cogí un cojín y le pegué en toda la cara con él.
-¡Era broma bonita, no te enfades! - le pegaba aún más fuerte. Me cansé de darle almohadazos y paré. Sus labios se acercaron a los míos, pero yo no podía parar de pensar en Luke. Una parte de mí decía, ¡bésale!, la segunda parte decía, piensa en Luke, ¡es tú novio! Y la tercera pensó, ¡un piquito pequeño no mata a nadie! Entonces me acerqué hacia Drake y le besé. Cuando nos separamos Drake miró mis labios húmedos. - Tengo que irme, mañana no puedo ir a recogerte, tengo que ir al hospital a hacer unas pruebas.
-¿Qué pruebas? - me empecé a preocupar.
-Tranquila, no me harán mucho.
-Te acompaño.
-Bonita, no puedes perder clases.- acarició mi mejilla.
-Me da igual.
-Además, solo dejan pasar a familiares.
-Pues digo que soy tu novia.
-Me encantaría, pero aún así no te dejarán. - suspiré.
-De acuerdo.
-Mañana a las cuatro y media, en la entrada del cine. - asiento con la cabeza. - Que duermas bien. - me dio un beso en la frente y se levantó, se giró hacia la puerta.
-¡Drake! - dije acercándome hacia él, Drake se giró y yo le besé. Él hizo lo mismo, después se tuvo que ir. Cuando le veía no podía parar de pensar en Luke, necesitaba hablar ya con Hemmings, no sé que le iba a decir pero...necesitaba estar con él. A la mañana siguiente me desperté malhumorada, un maldito pajarillo había hecho un nidito en el árbol que estaba casi al lado de mi ventana. Estúpidos pajarracos, casi iba a coger la escopeta de mi padre pero me controlé al ver que su madre pájaro les daba de comer y cerraban el pico esos pajarillos. No vi a Luke otra vez en el instituto, ¿dónde demonios estaría? Necesitaba pasar tiempo con él, las parejas normales pasan tiempo juntos y se dicen que se quieren y...ah, claro, que nosotros no somos una pareja normal.


-Chris-

Capítulo 49

Ese estúpido de Arthur había jugado muy bien conmigo, pero se había equivocado en hacerme enfadar. Salí del instituto, vi a Luke hablando con Inna, lo que faltaba. Salí rápidamente antes de que pudieran localizarme, no quería saber nada de esos dos en ese mismo momento.
Llegué a casa, vi a Michael sentado en la encimera jugando al Candy Crush (de verdad, aún no sabía por qué ese juego no le aburría ya de una maldita vez). Me pareció extraño, nunca había hecho novillos. Nunca.
-Hola. - saludé, no me hacía caso. Creo que el sueño de mi infancia de ser invisible por fin se había cumplido.
-Heh. - ¿qué forma de saludar era esa? Ni que fuésemos animales.
-Qué extraño, tú haciendo novillos...
-Hoy las clases no estaban interesantes.
-Mickie, las clases nunca son interesantes e ibas igual al instituto.
-Yo a ti no te pregunto por qué haces novillos.
-Pues te diría una respuesta más lógica que la tuya.
-Sí...-rodeó los ojos.- A ver, ¿cuál es la trola?
-Vete a la mierda, gilipollas.- dije tirando la mochila al suelo, él me miró con su mirada asesina.
Fui a mi habitación, no le vendría nada mal una limpieza a fondo. Pero yo no iba a tocar ni un aspirador ni una fregona mientras mi madre siguiese viva. Cogí unos gusanitos y una Fanta en un cajón, guardaba comida en los cajones, era cierto. Pero había que estar preparada, mis padres podrían castigarme sin cenar. Me senté en el suelo, (menuda mala costumbre) y apoyé mi espalda contra la pared. Solo pasaron diez minutos y ya había comido todos los gusanitos y ya iba por la tercera lata de Fanta. Y después dice mi madre que estoy delgada...Después de un poco escuché la puerta de casa abrirse, (tenía un oído muy fino, lo sé). Me extrañó, ya que Michael no saldría de la casa sin avisarme, y mis padres no volverían hasta las ocho y media más o menos. Entró en mi habitación Arthur, mierda. Me levanté con los brazos cruzados hacia él.
-¿Qué quieres? - pregunté, el buen humor que había tenido al levantarme se había esfumado por completo.
-Te lo puedo explicar todo Kiara, solo tienes que escucharme.
-Me va a costar mucho escuchar a un mentiroso.
-Mira, sabía que estaba ahí, pero es que...creo que estoy enamorado de ti.
-¿¡Perdona?! ¿Y así es cómo quieres enamorarme?
-Perdóname, lo siento...Estaba confundido y me gustas mucho.
-Me da igual.
-Perdóname por favor. Soy un gilipollas, un estúpido.
-¿¡Cómo te voy a perdonar?! Esta vez casi corto con Luke, hemos peleado y he llorado. Tenía ganas de morir, Arthur. Y con un perdón no es suficiente.
-Lo siento...- se giró y se fue de mi habitación, ¿solo me había dicho eso? No, seguramente otro día vendría a pedirme otra vez perdón y cuando pasase eso le gritaría más fuerte.
Eran las seis y media. Qué extraño que Luke no entrase en mi habitación o que se metiese en problemas. Anduve hacia el puerto, necesitaba que me diera el aire un poco. Paré para ver los barcos que embarcaban. Nota mental: tenía que comprarme un yate grande, con putas, para que me sirviesen mis mojitos como si fueran criadas. (Que mala era, lo sé). Vi a Drake, hice como si no lo viera, pero me descubrió y se acercó a mí:
-Hola bonita. -saqué una sonrisa tonta.
-Hola gilipollas, ¿hoy hiciste novillos en clase?
-Te pregunto a ti lo mismo. Las chicas buenas no pueden faltar al insti.
-Pero yo no soy una chica buena. - él sonrió pícaramente. Le encantaba que le vacilase.
-Sé que solo nos conocimos hace muy poco, pero quiero...bueno, necesito contarte algo. - asentí con la cabeza. - Pero no aquí. - me llevó hacia un sitio que me parecía familiar. Ah, ya lo recordaba, cuando vi el amanecer con Luke Hemmings. Drake y yo nos sentamos en la hierba:
-Joder, qué frío hace.- repliqué, sí, hacia tanto frío como la primera vez que me senté allí.
-No tengo chaqueta...pero puedes acurrucarte a mi lado.
-De acuerdo. - me acurruqué fuerte, parecía que conocía a Drake desde hace años. Me rodeó con sus brazos, ya no tenía tanto frío.
-Kiara...me estoy muriendo. -dijo cortante, le miré rápidamente.
-Si...si esto es una broma, no...no tiene gracia. - dije con la voz entrecortada.
-Solo lo saben mis padres y tú...
-Esta vez no...¿no estás vacilando?
-Sería una suerte que lo hiciera. - quedamos callados mientras un nudo se formaba en mi garganta.
-No Drake, por favor no. Ahora que las cosas me van un poco mejor no me puedes hacer esto.- estaba empezando a llorar. Sabía que le conocía desde hace muy poco pero en una parte de mi siempre me gustó ese chaval.
-Quería que fueses la primera en saberlo...- tragó saliva otra vez. Tenía los ojos llorosos.
-¿Por qué yo?
-Eres la única chica que tiene problemas familiares como yo, que me comprendes y sobre todo porque me encanta que me vaciles.
-Gracias. - me puse de rodillas enfrente de él. Quería mirar sus ojos porque...¿cuando sería la última vez en ver eses ojos preciosos?
-No llores, bonita.- dijo secándome las lágrimas con su pulgar. - Mira, no sé cuando me voy a morir, pero el médico dijo que dentro de unos meses sería probable que...-acerqué su cabeza contra la mía y le besé en los labios. Él se acercó más a mí, acaricié su pelo lentamente y nos fundimos en un beso lento. Sus manos bajaron a mi cintura mientras yo seguía acariciando su pelo, ¿qué marca de champú utilizará?, pensé.
-No quiero perderte.- susurré en su oreja.
-Tranquila bonita, aún me quedan un par de meses.
-Pero eses meses pasarán rápido, Drake.
-No, si estás conmigo.
-Voy a pasar todos los días que te quedan a tu lado. Te lo juro.
-No hace falta.
-Solo quiero estar contigo...
-Vale. - asintió con la cabeza. Él acercó su cabeza con la mía y me besó. Los dos sabíamos perfectamente que yo a tenía novio pero en ese momento no nos importó demasiado.
-Podemos empezar a ver el amanecer juntos. - dije intentando sonreír.
-Me parece genial. - me acurruqué otra vez a su lado y cerré los ojos. Bonita. - me susurró en mi oreja. Yo sonreí.
...
-¡Kiara! - gritó mi madre al día siguiente para despertarme. - Llegas tarde al instituto.
-Vale mamá, gracias por avisarme. Que Dios te lo pague con muchos hijos, etc, ect, etc....-cogí una manta y me tapé aún más.
-Venga cariño, levántate. - dijo intentando sacarme una manta de encima pero yo tenía más fuerza que ella. - ¡Vamos!- la manta iba a romper de tanta fuerza que hacíamos. - ¡Kiara!- gritó ella.
-Voy ahora, cinco minutitos y me lo pienso.
-Un amiguito tuyo que dice que es tu psicólogo te está esperando en el salón para acompañarte al insti.
-¿Drake? Voy ahora.- me levanté rápidamente.
-Mira cómo te levantas ahora. - dijo ella con una sonrisa pícara.
Bufé y rodeé los ojos. Puse unos pantalones cortos, un top negro y unas botas. Cogí mi mochila y bajé rápidamente.
-¡Drake! - grité y le abracé fuerte. - ¿Vienes a mi instituto?
-Bueno...siempre hago novillos la verdad. - mi madre le miró mal al pasar por allí. - ¿Nos vamos? - asentí con la cabeza. Se puso sus gafas y pasó su brazo por mi hombro. Vaya, ¿desde cuando era tan sexy?
-Drake será mejor que no me pongas las manos encima, sino las chicas pensarán que ya tienes novia.- él quitó su brazo y nos reímos.
-Tienes razón, tengo que ligar por última vez. - se puso bien su cuello, joder, sí que era guapo.
-No te hagas tantas ilusiones. Aunque cualquier chica le gustaría un chico por poco tiempo.- nos reímos, ¿por qué estaba bromeando sobre eso? Iba a morir dentro de dos meses y nosotros bromeando sobre un tema al que ayer estábamos llorando. Bueno, había que reírse del tema, no vamos a llorar siempre, ¿no?
Fui al instituto, vi a Luke hablando con Tresh y Grey. Vio que estaba con Drake y frunció el ceño.
-Bueno, te espero aquí mismo, bonita.
-No hace falta. Puedes dar un paseo por la ciudad, salgo muy tarde del instituto.
-De acuerdo, estúdiame mucho, ¿eh?
-Sí, papá.- rodeé los ojos y nos reímos. En la clase Luke siempre me estaba observando, ¿tan guapa era? Aún seguía pensando por qué había reaccionado de esa manera al yo decirle que le quería. Cuando salí del instituto me acerqué, Drake estaba esperando por mí, qué mono. Iba a acercarme a él pero alguien me cogió de la muñeca y me giré.
-Hey preciosa, cuánto tiempo.- dijo Luke, mirando hacia mis labios.
-Sí, demasiado.
-Hoy podríamos dar una vuelta por ahí.
-Tengo compromisos.
-¿Como cuáles? - puso sus manos en mi cintura, casi llegando a mi trasero.
-¿Desde cuando estás tan cariñoso? - dije seria.
-No has contestado a mi pregunta.
-Ni tú la mía.- él frunció el ceño. - Tengo compromisos Hemmings.
-¿Estar con ese es un compromiso? - señaló con la cabeza a Drake.
-Pues sí. - él me miró desafiante.
-Estoy tan cariñoso desde que abrazaste a este fulano delante de mis narices.
-¿Estás celoso?
-No.- pues lo deberías estar, le he besado ayer, pensé en mi cabeza.
-Bien.- me giré pero tenía aún sus manos en mi cintura y me abrazó detrás mía.
-¿Estás molesta por algo? - susurró en mi oreja, se me puso la carne de gallina.
-No.
-¿Estás segura?
-Tan segura como que me vas a soltar ahora mismo. - él rio y negó con la cabeza.
-Te noto extraña.- habló el más indicado...
-Yo te noto a ti extraño.
-¿Ah sí? Dame un ejemplo.
-Como cuando te dije te quiero y te largaste sin decirme nada.- él tragó saliva, yo quité sus manos de mi cintura y me fui con Drake a dar un paseo. Luke se quedó paralizado. Pero yo iba a saber la respuesta sí o sí... Después de un agradable paseo con Drake llegué a casa agotada. Me senté en la cama, cogí mi móvil, iba a empezar la investigación del pasado de Luke...

 -Chris-